Stand Up para eventos
El Stand-Up es una de las opciones más elegidas para animar eventos y cada día su presencia se hace más fuerte.
En los últimos años el crecimiento del Stand-Up se ha hecho notar de manera exponencial. Eso ha provocado que cada vez más personas y empresas elijan shows de Stand-Up para animar sus eventos.
A la hora de elegir un show de Stand-Up para un evento, es muy importante tener en cuenta unos cuantos factores.
Duración del show. Los eventos no se parecen en nada a los shows habituales del género. Raramente los invitados estén dispuestos a escuchar más de 40 buenos minutos de humor en vivo. Una hora puede ser insostenible. En muchos casos, se interrumpe a los invitados en medio de una charla, un negocio o un momento mucho más importante para sus vidas. No siempre están predispuestos a dejar lo que están haciendo para brindarse al humor. 40 minutos de su atención es un lapso de tiempo óptimo. Sin embargo, el tiempo varia de acuerdo a la habilidad del comediante. Él es quien sabrá si es necesario terminar el espectáculo diez minutos antes o después. Es él el profesional, y es conveniente dejar la resolución en sus manos.
Cantidad de comediantes. Pretender un show de Stand-Up con más de tres comediantes es innecesario. Los eventos no son Open Mics. Uno o dos como máximo es el número de ideal. De esa forma, el tiempo se aprovecha más y todos disfrutarán más del espectáculo.
Material temático y compatible. El comediante debe saber adaptar su material al evento en particular. Presentarse en una empresa metalúrgica y hablar sobre los casamientos, puede ser un fracaso tan grande como hablar de política y religión en una fiesta de 15. Interactuar con el público es fundamental y, para eso, se debe saber quiénes son, a qué se dedican y qué están haciendo allí. El contratista los conoce a la perfección, y sabe bien con quién se puede bromear y sobre qué. Por supuesto, también sabe con quién es mejor evitar un simple cruce de palabras.
Contratar a un comediante de veinte años para un cumpleaños de cincuenta también puede ser un gran error. ¿Qué material interesante puede tener un pibe de veinte que pueda hacer reír a una audiencia que lo duplica o triplica en edad? Es mejor averiguarlo antes. Tal vez en su monólogo no haya nada de interés o, por qué no, puede ofrecer cuarenta minutos de risas con excelentes observaciones sobre sus padres, abuelos, jefes y profesores.
Por eso, a la hora de contratar un buen show de Stand-Up, es importante informarse bien y no dejarse llevar exclusivamente por los costos. Asegurarse de que los comediantes están lo suficientemente preparados como para garantizar un buen rato de entretenimiento es fundamental. Las ofertas son muchas en el mercado y vale la pena hacer un par de consultas antes de decidir una contratación.
En los últimos años el crecimiento del Stand-Up se ha hecho notar de manera exponencial. Eso ha provocado que cada vez más personas y empresas elijan shows de Stand-Up para animar sus eventos.
A la hora de elegir un show de Stand-Up para un evento, es muy importante tener en cuenta unos cuantos factores.
Duración del show. Los eventos no se parecen en nada a los shows habituales del género. Raramente los invitados estén dispuestos a escuchar más de 40 buenos minutos de humor en vivo. Una hora puede ser insostenible. En muchos casos, se interrumpe a los invitados en medio de una charla, un negocio o un momento mucho más importante para sus vidas. No siempre están predispuestos a dejar lo que están haciendo para brindarse al humor. 40 minutos de su atención es un lapso de tiempo óptimo. Sin embargo, el tiempo varia de acuerdo a la habilidad del comediante. Él es quien sabrá si es necesario terminar el espectáculo diez minutos antes o después. Es él el profesional, y es conveniente dejar la resolución en sus manos.
Cantidad de comediantes. Pretender un show de Stand-Up con más de tres comediantes es innecesario. Los eventos no son Open Mics. Uno o dos como máximo es el número de ideal. De esa forma, el tiempo se aprovecha más y todos disfrutarán más del espectáculo.
Material temático y compatible. El comediante debe saber adaptar su material al evento en particular. Presentarse en una empresa metalúrgica y hablar sobre los casamientos, puede ser un fracaso tan grande como hablar de política y religión en una fiesta de 15. Interactuar con el público es fundamental y, para eso, se debe saber quiénes son, a qué se dedican y qué están haciendo allí. El contratista los conoce a la perfección, y sabe bien con quién se puede bromear y sobre qué. Por supuesto, también sabe con quién es mejor evitar un simple cruce de palabras.
Contratar a un comediante de veinte años para un cumpleaños de cincuenta también puede ser un gran error. ¿Qué material interesante puede tener un pibe de veinte que pueda hacer reír a una audiencia que lo duplica o triplica en edad? Es mejor averiguarlo antes. Tal vez en su monólogo no haya nada de interés o, por qué no, puede ofrecer cuarenta minutos de risas con excelentes observaciones sobre sus padres, abuelos, jefes y profesores.
Por eso, a la hora de contratar un buen show de Stand-Up, es importante informarse bien y no dejarse llevar exclusivamente por los costos. Asegurarse de que los comediantes están lo suficientemente preparados como para garantizar un buen rato de entretenimiento es fundamental. Las ofertas son muchas en el mercado y vale la pena hacer un par de consultas antes de decidir una contratación.
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